Con la llegada del buen tiempo la procesionaria es un peligro para los perros, la gente tiende a pasar más tiempo disfrutando de las actividades al aire libre, sobre todo los que tienen un perro o un gato.

Por desgracia, la procesionaria no está exenta de peligro para nuestros perros. Algunas de las criaturas que pueden encontrar nuestras mascotas, como las orugas procesionarias, pueden causarles graves problemas de salud. ¿Cuáles son los riesgos y qué medidas hay que tomar en caso de contacto?

La procesionaria, ¿qué es?


La oruga procesionaria es la fase larvaria de un tipo de polilla. Para metamorfosearse en crisálida, primero pasa un tiempo alimentándose, sobre todo de agujas de coníferas (pino, cedro, etc.), alrededor de las cuales también teje su capullo de seda. En primavera, baja de su árbol para excavar bajo tierra y completar así su transformación. El riesgo es especialmente elevado en esta época del año, ya que la posibilidad de que nuestras mascotas entren en contacto con ellas aumenta considerablemente.

Nota: el término «procesionaria» tiene su origen en la costumbre que tienen estas orugas de desplazarse juntas en fila india.

Riesgos para nuestros animales


No se deje engañar en ningún caso por el aspecto no amenazante de estas orugas. En realidad, poseen pelos urticantes que se liberan cuando se sienten amenazadas o estresadas. Estos pelos son diferentes de los pelos visibles de la oruga: cada uno de ellos está equipado con un gancho que se adhiere a la piel y/o a las superficies de otros órganos, luego se rompe y libera una toxina altamente peligrosa.

La procesionaria es un peligro para perros y gatos aunque los gatos pueden verse afectados, son sobre todo los perros, con su temperamento juguetón, los que tienden a verse más atraídos por estas pequeñas criaturas reptantes.

El hocico y la boca son los más afectados. Sin embargo, como los pelos urticantes son muy volátiles, no es raro que se vean afectadas otras partes del cuerpo (por ejemplo, los ojos y los párpados). Si se produce la ingestión, el tracto digestivo también puede resultar dañado.

¿Qué hacer en caso de contacto?


Si se produce el contacto con una procesionaria, se recomienda aclarar bien la zona afectada sin frotar. Es importante buscar atención veterinaria urgente, ya que las consecuencias a veces pueden ser graves e irreversibles para el gato o el perro. Si se trata rápidamente, las posibilidades de una recuperación total sin efectos a largo plazo son mucho mayores.

Es bueno saber que los humanos también son igualmente susceptibles de sufrir los riesgos de la procesionaria.

La procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa) es un tipo de oruga. Se considera una de las plagas más importantes de los pinos mediterráneos, aunque también puede afectar a otros árboles. El nombre se debe a su característica forma de desplazarse de los árboles al suelo durante su fase migratoria.

Además de dañar los árboles, la procesionaria del pino puede causar problemas de salud a las personas y a los animales: gatos, perros, hurones. Tienen pelos urticantes que provocan reacciones alérgicas (véase el perfil de la plaga – polilla procesionaria del pino). El resultado más frecuente en los animales son hinchazones en la zona de la boca. En los casos más graves, pueden perder parte de la lengua y los labios, o incluso sufrir asfixia.

Ciclo vital de la procesionaria del pino
Conviene conocer un poco el ciclo vital de este insecto para no arriesgarse a entrar en contacto con la oruga.

Al final del verano, las polillas adultas se aparean y las hembras ponen huevos en las hojas de los árboles. Las orugas salen de los huevos 4 semanas después. Las etapas más características por las que pasan son: la construcción de nidos -para pasar el invierno-, y la migración desde las copas de los árboles en primavera para formar la crisálida bajo tierra. En verano, las polillas salen de la crisálida y el ciclo biológico vuelve a empezar cuando llegan a la edad adulta.

El contacto con la procesionaria del pino es más peligroso durante los periodos de migración:

Al final del otoño (cuando construyen los nidos)
Al comienzo de la primavera (cuando el aumento de las temperaturas estimula a las orugas a desplazarse del árbol al suelo)
El riesgo también es alto cuando se manipulan los nidos para ser retirados, principalmente en invierno.

Síntomas si tu perro ha estado en contacto con la procesionaria

El animal parece nervioso, le pican los labios, la boca y la lengua, o incluso están hinchados, cuando ha habido contacto con el interior de la boca, salivan más de lo habitual y tragan demasiado rápido. Estos síntomas pueden deberse a otros motivos, como el envenenamiento por algunas plantas, por ello, es mejor acudir a un centro veterinario más cercano. Éste determinará la causa exacta y prescribirá el tratamiento adecuado.

Los efectos más habituales de la procesionaria del pino en los animales son

Inflamación de la boca, la lengua y los labios. Estas reacciones se producen cuando el animal lame, o manipula la oruga con la boca. Estas son las afecciones más frecuentes y las que causan más problemas.
Además de la hinchazón, puede haber muerte de tejidos en las zonas afectadas. El animal puede perder parte de la lengua o de los labios.

Si su mascota se traga una procesionaria de pino, las consecuencias pueden ser aún peores: en algunos casos podría provocar la inflamación de la laringe. Eso comprometería la respiración, y llevaría posiblemente a la muerte del animal.

Inflamación de los párpados y úlceras en la córnea, cuando los pelos urticantes de la oruga son arrastrados por el viento desde los nidos.
Inflamación de la cavidad nasal, cuando el animal olfatea la oruga -o los lugares donde hay nidos-, y los pelos del bicho se introducen en la nariz.


Pronóstico


El pronóstico varía en función de la zona afectada, la extensión del daño y la oportunidad del tratamiento. Por ello, si sospecha que su mascota ha estado en contacto con la procesionaria del pino, nuestro consejo es que la lleve inmediatamente a un centro veterinario. Ellos evaluarán la gravedad de las lesiones, y prescribirán el tratamiento más adecuado.

Síntomas en perros y gatos


Hocico y boca
Además del dolor causado, habrá una importante inflamación visible alrededor de la boca y el hocico del animal. La necrosis de la lengua puede desarrollarse rápidamente y podría incluso provocar la caída de algunas partes, privando al animal de comer correctamente.

Piel
El contacto con la piel del perro o del gato provocará una erupción agresiva con múltiples manchas rojas. También suelen aparecer picores e hinchazón en la zona afectada.

Ojos
Dado que estos pelos urticantes pueden dañar gravemente los ojos, cualquier contacto con ellos es muy peligroso y muy doloroso para el animal. Además, los pelos pueden provocar la inflamación de la conjuntiva y de la córnea, lo que da lugar a úlceras corneales. Si no se tratan adecuadamente, pueden llegar a causar la pérdida total de la vista.

Prevención de la procesionaria en perros


Es fundamental mantener controladas las zonas donde nuestros perros o gatos pasan el tiempo durante el otoño y la primavera. Evitar por todos los medios su contacto con las orugas de la procesionaria del pino, ya sea eliminándolas o evitando las zonas donde viven.

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